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En verano debemos de proteger nuestra piel al máximo. Hoy sabemos que no es suficiente aplicar un protector solar, debemos protegerla también desde dentro.

Una buena nutrición nos puede asegurar un correcto aporte de los nutrientes que nos ayuden frente al envejecimiento que provocan los rayos UVA.

Alimentos para la exposición solar

En verano hay que consumir tres raciones de verduras, una de ellas cruda, y dos piezas de fruta al día.

Elegir preferentemente la fruta y verdura de la temporada ya que contienen más antioxidantes y polifenoles que nos ayudaran a prevenir el daño solar. Las cerezas, albaricoques, melocotón, el melón, ayudan a que la producción de melanina se haga de forma natural y estimulan su producción.

El tomate, la sandia, pimiento rojo, la sandia con el color rojo son ricos en licopenos pigmento con una gran capacidad antioxidante que nos ayuda a neutralizar los radicales libres aceleradores del proceso de envejecimiento.

Las verduras de color naranja como la calabaza, zanahoria, son ricas en beta carotenos precursores de la vitamina A que, una vez ingeridos, se transforman en vitamina A, por lo que también nos ayudan a preparar la piel para la exposición solar.

Importante es incluir alimentos que favorezcan la formación de colágeno. El melón, las naranjas, el limón, pomelo, kiwi, fresas.

Verduras de hoja verde como espinacas, acelgas, berros, rúcula, espárragos, son protectores de la piel.

El consumo de pescados ricos en omega 3, como el salmón o las sardinas, compensará el exceso de omega 6 necesario para la elasticidad de la piel y protege de las quemaduras.

Y no debemos olvidar la hidratación, es importante el consumo de agua para mantener el cuerpo hidratado, pero a veces lo que bebemos no es suficiente porque se nos olvida. Debemos beber durante todo el día cuando percibamos la sensación de boca seca.

Un consejo   importante es evitar las horas centrales que son las horas críticas, de 12 a 16 horas, donde el sol nos produce mayor envejecimiento.

Por Matilde S. Bayton.

Doctora en Medicina y Cirugía General.

El equinoccio de otoño marca un punto único en el año en que la luz del día y la noche se igualan de nuevo en longitud después de las largas noches y madrugadas de verano .tras el equinoccio de otoño, el día se hace más corto que la noche y el mundo de las plantas comienza a paralizarse entrando como en un letargo hacia el interior Las hojas pasan del color verde a marrón y su energía se mueve hacia abajo hacia sus raíces. Las plantas comienzan a prepararse para el descenso de la temperatura.

Las frutas muy acuosas de verano dan paso a las zanahorias , a las patatas, y semillas de todo tipo Y las temperaturas más bajas dan paso a alimentos más resistentes a la congelación .

Todos estos cambios que se dan de forma natural en la naturaleza nos dan pistas sobre los mejores alimentos para comer en el otoño.

Nosotros también necesitamos más energía en otoño-que nos lo pueden aportar los vegetales de raíz como el ajo la cebolla la zanahoria, la patata, -y otros que están en la superficie como la calabaza y las senillas secas – lentejas garbanzos, judías ricos en energía así como las nueces almendras, semillas de girasol son parte de las opciones de los mejores alimentos.

Lo que recomendamos es consumir los productos de la temporada .Las frutas de la temporada son las uvas, las peras, las manzanas, los plátanos, y los frutos del bosque como las moras, los arándanos y las grosellas.

Una de las frutas estrella son las GRANADAS  baja en calorías, rica en vitaminas y minerales con un alto poder antioxidante que frena los procesos de envejecimiento

El zumo de granada y naranja es una  buena combinación es fácil y cómodo de realizar con un exprimidor y el resultado es un delicioso zumo cargado de vitaminas y antioxidantes .Notaremos la energía durante toda la mañana.

Las verduras propias del otoño son las setas y champiñones,  berenjenas, zanahorias, puerros, cebollas lechugas y escarola todo tipo de coles poseen antioxidantes y propiedades antinflamatorias para que ayuden al organismo para hacerle frente a los resfriados, gripes e infecciones –

Mi consejo es que aprovechemos esta época para mejorar la alimentación y regresar a los patrones de la dieta mediterránea