Clínica Bayton, combina la
psicología, nutrición y sexología, cuando las parejas se plantean aumentar la familia
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Las etapas que viven las mujeres son maravillosas pero a la vez vienen acompañadas de cambios emocionales, toma de decisiones importantes y reorganización de pensamientos y hay veces que se necesita un apoyo extra y ajeno al entorno familiar para poder sentir y pensar con claridad.
El acompañamiento psiconutricional que ofrecemos desde la Clínica Bayton, combina la psicología, nutrición y sexología, ya que son tres ámbitos que están interrelacionados cuando las parejas se plantean aumentar la familia.
La educación sexual que normalmente se nos enseña desde pequeños va enfocada a la prevención de embarazos y las jóvenes viven con el miedo de poder quedarse embarazadas al tener relaciones coitales, lo cual parece fácil, siendo la realidad totalmente distinta.
Una vez que la pareja decide ampliar la familia, aparecen las dudas cuando tras el primer intento y en supuesta ovulación no se logra la fecundación. Cuando son pocos intentos, no suele pasar nada, el problema viene cuando después de varios meses, se rumian pensamientos de si se podrá o no tener hijos, a cuál de los dos le pasa algo, etc. Esta situación hace que las relaciones sexuales pierdan el juego, se vuelvan monótonas,… porque lo único que está en la mente de las parejas es lograr la fecundación. Entra en juego el estrés, el cual, tiene un papel fundamental a la hora de inhibir las posibilidades de concebir un bebé.
Hay que destacar que no es un tema que sólo afecte a la mujer, sino también al hombre, en diferentes formas, pero el problema masculino lo trataremos en otro post.
¿Hasta qué punto el estrés interfiere en la reproducción?
En cuanto a la mujer, su hipotálamo (estructura cerebral) libera LHRH (hormona liberadora de hormona luteinizante), que iniciará la secreción de LH (hormona luteinizante), que va a ser la encargada de activar la síntesis de estrógenos por los ovarios y FSH (hormona estimulante de los folículos) que va a estimular la liberación de óvulos por los ovarios, todo ello en la pituitaria (glándula que se encuentra en la base del cráneo).
Durante la primera mitad del ciclo menstrual (fase folicular) se van a incrementar los niveles de LHRH, LH, FSH y ESTRÓGENOS, los cuales alcanzarán su punto máximo con la ovulación, dando lugar a la segunda parte del ciclo, fase luteal. En esta fase comienza la secreción de progesterona, producida en el cuerpo lúteo del ovario, provocando la estimulación de las paredes del útero para que maduren y en el caso de que el óvulo quede fecundado tras la ovulación, pueda implantarse en ellas y transformarse en embrión.
¿Cómo afecta el estrés en la alteración del proceso reproductivo femenino?
El estrés hace que se liberen endorfinas y encefalinas que inhiben LHRH, también hace que se libere prolactina y glucocorticoides que bloquean la pituitaria a nivel de la LHRH. Los glucocorticoides en especial, harán que se inhiba la sensibilidad de los ovarios a la LH, por lo tanto el estrés físico como mental hará que haya una disminución en la secreción de LH, FSH y estrógenos, generando una menor probabilidad de ovulación.
Otro de los niveles afectados por el estrés en la reproducción femenina es la inhibición del nivel de progesterona, lo que hace que se interrumpa la maduración de las paredes uterinas, sumado a la acción de la prolactina que incrementa este efecto, trae como consecuencia que aunque haya habido suficiente acción hormonal como para que se dé la ovulación y tenga lugar la fecundación del óvulo, la probabilidad de que se implante con normalidad es muy baja.
Otro aspecto a destacar, no menos importante, es la nutrición y el estrés.
[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Si por ejemplo, se pasa hambre de forma voluntaria por no estar siguiendo una «dieta» personalizada con el objetivo de aumentar las posibilidades de reproducción,
teniendo equilibrado todos los nutrientes necesarios y aumentando aquellas vitaminas y minerales que favorecen la reproducción, como el ácido fólico, hará que se inhiban mecanismos sin saber que estamos interfiriendo las posibilidades de concepción por el estilo nutricional que se esté llevando de manera inconsciente, haciendo que se generen menos estrógenos. ¿Cómo? el cuerpo pierde peso, las reservas de grasa disminuyen y con ello las posibilidades de transformar andrógenos en estrógenos.
Por tanto tenemos que no sólo hay que hacer un trabajo físico para aumentar las posibilidades de reproducción, sino que hay más factores intervinientes.
- Hay que cuidar la mente.
- Reducir el estrés y la fatiga en la manera de lo posible.
- Modificar el estado nutricional.
No únicamente durante la gestación para asegurar el aumento de peso del futuro bebé, sin aumentar más de lo necesario el de la mujer embarazada, sino también para la reducción de problemas de salud y complicaciones para la madre y el bebé.
Por lo que hay que intervenir antes, durante y después, ya que las demandas cambian, hay diferentes factores estresantes y diferentes pautas nutricionales personalizadas para cada periodo en el que nos encontremos.
Por lo que si te encuentras en el momento de búsqueda y quieres hacer las cosas bien, reduciendo tensiones, cuidándote, mimándote y a su vez aumentando las posibilidades de reproducción, ten una charla con nosotras, te explicaremos qué técnicas nutricionales son más adecuadas para tí, qué complementos nutricionales puedes incluir en tu pauta nutricional, qué ejercicios seguir para la reducción del estrés y más consejos personalizados que te serán muy útiles.
Si ya habéis conseguido quedaros embarazadas y estas interesada en obtener una información personalizada para seguir una pauta nutricional específica para cada trimestre, además de ir controlando las alteraciones hormonales-emocionales de cada trimestre, así como prevenir la depresión post parto, nuestro equipo médico, nutricional, psicológico y sexológico se pone a vuestra disposición, para hacer que el tiempo de espera sea lo más agradable posible, ganéis en salud y energía para que cuando llegue vuestro bebé estéis en plena forma para atender las demandas que necesite las 24h del día.
