¿Cómo mejorar la flacidez abdominal sin cirugía?

La flacidez abdominal es un desafío estético que afecta a much@s, despojando al abdomen de su firmeza y elasticidad, y dejando una imagen que puede ser poco satisfactoria. ¿Qué factores contribuyen a esta condición y qué soluciones existen sin recurrir a la cirugía?

Exploraremos las respuestas a continuación.

Descifrando las Causas:

El paso del tiempo es un factor clave, ya que con los años, la piel tiende a perder sus fibras de colágeno y elastina, contribuyendo al desvanecimiento de su firmeza y elasticidad.
Hábitos como fumar y la excesiva exposición solar, aceleran este proceso natural, llevando a un envejecimiento prematuro de la piel, agravando la situación.
La genética también juega un papel importante. Algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar flacidez abdominal debido a factores hereditarios, lo que nos insta a abordar el tratamiento temprano para retrasar el impacto del envejecimiento.
El embarazo es otro factor desencadenante, ya que estira tanto la piel como los músculos abdominales, y puede dejar secuelas especialmente en aquellas mujeres genéticamente predispuestas.
Por último, los cambios bruscos de peso, ya sea por dietas extremas, cirugía bariátrica o fluctuaciones hormonales, también pueden provocar una pérdida de elasticidad en la piel abdominal, resultando en su flacidez característica.

Opciones para Redefinir tu Vientre

1. Tratamientos Quirúrgicos: Aunque las opciones quirúrgicas como la abdominoplastia son altamente efectivas, vienen acompañadas de una serie de inconvenientes que incluyen dolor, cicatrices, coste elevado, tiempo de inactividad prolongados y riesgos propios de la anestesia y cirugía.
2. Rutinas Naturales y/o Caseras: Son menos efectivas en casos moderados o severos de flacidez, incluye el uso de cremas reafirmantes, ejercicio regular, alimentación balanceada, hidratación adecuada, y evitar el tabaco, excesiva exposición solar y el exceso de alcohol, entre otros.
3. Tratamientos No Quirúrgicos Especializados: Esta opción, que evita los riesgos e inconvenientes asociados con la cirugía, se centra en tecnologías avanzadas que estimulan la producción de colágeno y elastina, restaurando la firmeza de la piel abdominal.

Entre los tratamientos no quirúrgicos destacan:

Radiofrecuencia (RF): Utilizada para calentar la piel y desencadenar la producción de colágeno, mejorando gradualmente la firmeza de la piel. Los tratamientos de marca incluyen, Exilis®, Thermage® y la radiofrecuencia con microagujas como Venus Viva®. Los tratamientos se pueden realizar en la clínica, normalmente implican poca o ninguna molestia y no requieren tiempo de inactividad.
Ultrasonidos Focalizados de Alta Intensidad (HIFU): Este tratamiento calienta selectivamente distintas capas de la piel, estimulando la producción de colágeno y proporcionando resultados visibles en pocas sesiones, sin necesidad de tiempo de recuperación prolongado. Los resultados se ven en 2 a 3 meses y pueden durar hasta un año con un buen cuidado de la piel en el domicilio.

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Bioestimuladores Inyectables como el Ácido poli-L-láctico (Lanluma) que activa progresivamente la producción de nuevo colágeno revirtiendo la laxitud de la piel.

Tonificación Muscular con EmSculpt: utiliza energía electromagnética enfocada de alta intensidad, la primera en su tipo, para estimular los músculos en el área abdominal. Esta tecnología permite 20.000
contracciones musculares durante una sesión de 30 minutos. Es el único tratamiento en el mercado que puede desarrollar músculo y destruir grasa simultáneamente. Después de sólo cuatro sesiones durante dos semanas, los pacientes ven un aumento muscular promedio del 16% y una reducción de grasa del 20% o más.

Beneficios que ofrecen estos tratamientos no quirúrgicos:

Redefinen la piel con flacidez leve a moderada sin necesidad de cirugía invasiva o cicatrices.
Requieren poco o ningún tiempo de inactividad, permitiendo que los pacientes vuelvan a sus actividades diarias rápidamente.
Los riesgos asociados son mínimos cuando son realizados por profesionales capacitados.

Los resultados pueden durar hasta un año, proporcionando una solución a largo plazo para la flacidez abdominal.

Limitaciones a Considerar:

Los resultados se desarrollan gradualmente en el tiempo y pueden requerir múltiples sesiones para alcanzar el objetivo deseado.
La mantenimiento periódico puede ser necesario para preservar los resultados a lo largo del tiempo.
No son eficaces en casos de flacidez avanzada o piel extremadamente laxa o caída.
Algunos pacientes pueden no ser candidatos ideales debido a condiciones médicas preexistentes o medicamentos específicos que toman.

En la Clínica Bayton, nos comprometemos a ofrecerte una variedad de tratamientos mínimamente invasivos respaldados por la ciencia para mantener la salud del colágeno y la juventud de tu piel.

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